Ahora que llega el otoño, no sé por qué pero me entra la fiebre calabacera y encuentro cualquier pretexto para inventar alguna recetilla con calabaza.
Y precisamente el otro día mis vecinos, que son majísimos, me dejaron una caja lleeeeeeeeena de calabazas en mi puerta, y cuando fui a abrir, OHHHHH!!, ¡sorpresa!!
Me encantan este tipo de sorpresas; debería ser un hábito universal, y si todos cultiváramos algo, ¿no sería precioso que nos dejáramos hortalizas unos a otros en las puertas de cada casa?
Volviendo a mis calabazas, ni corta ni perezosa, al día siguiente me puse a asar calabaza en cantidades industriales, después al frigo bien envasaditas y listo mi batch cooking de calabaza en un ratín:
Calabaza asada para esta ensalada con brócoli, queso feta y granada, para un delicioso curry de pavo con arroz pilaf, para un bizcocho super especiado de calabaza, buñuelos salados de calabaza con bien de cúrcuma, potaje de garbanzos con calabaza, quinoa y judías verdes, …..
Mola, ¿no? Si lo piensas, hay un montón de recetas dulces y saladas que se pueden preparar más allá de la calabaza frita.