Como cada mañana, hoy me he levantado antes que el sol para llevar a mi hija al cole. Y qué mal me sientan estos madrugones …, a veces creo que debería ser ilegal levantar a una niña tan temprano para ir al colegio, sobre todo en una fría mañana de febrero como ésta.
Pero hoy mi mal humor habitual se ha disipado cuando al mirar al cielo me he encontrado con esto …

Nunca había visto un cielo tan increíble, y mientras íbamos hacia el colegio, no nos hemos estrellado de milagro, porque no podía dejar de mirar estas preciosas nubes anaranjadas que nos seguían por todo el camino.
Pero el día me reservaba aún algunas sorpresas más. Un poco más tarde, iba yo camino de Orgiva, curva va y curva viene, y de pronto me he cruzado con tres cervatillos que correteaban felices entre la hierba, ajenos al asfalto y a la civilización. Y aunque llegaba tarde a la Itv, me he parado en el arcén y los he observado durante unos minutos porque este espectáculo tan tierno y alucinante no se ve por aquí todos los días.
Así que el día de hoy ha sido un día tan extraño como bonito. Será que hoy estoy sensible o quizás sea sólo mi propia percepción de las cosas, pero el caso es que he entrado en una especie de trance, como si se hubiera pulsado algún resorte dentro de mí. Y he sentido una rara sensación, como si la naturaleza quisiera decirme algo…
Al llegar a casa, no sé por qué pero quería hacer algo que de verdad tuviera sentido, algo especial, pero no sabía qué. Y entonces me ha venido a la mente el blog de Alimento y conciencia, con el cual reconozco que últimamente estoy un poco obsesionada.
Una pequeña luz se ha encendido dentro de mí y he decidido hacer algo muy simple y a la vez complejo en sí mismo.

Esta granola está viva y lo está simplemente porque he fermentado la avena con un medio ácido (kéfir) y he activado los frutos secos para aprovechar toooooodos los microorganismos y nutrientes buenos que albergan en su interior. Tan sencillo como poner a remojo unos cuantos ingredientes la noche anterior y por la mañana, la magia ya habrá surtido efecto.
Y con unos sencillos pasos más, resurge una preciosa granola viva libre de antinutrientes y almidones crudos, y repleta de probióticos para mis y tus desayunos saludables.
Ya sabía yo que esas preciosas nubes de hoy querían decirme algo …

Detalles antes de comenzar
Dificultad | Raciones | Tiempo de preparación | Tiempo de cocinado |
Fácil | 20 minutos aprox. + 12 horas de fermentación | avena:30 min aprox en horno a 180º |
Ingredientes para la granola viva de avena y frutos secos
En realidad, puedes escoger los ingredientes que quieras para tu granola; a continuación te detallo una lista de ingredientes a modo de ejemplo, pero lo importante es que te quedes con la manera correcta de consumir cereales y frutos secos, de cómo se tienen que preparar para que sean lo más saludables y digestivos posible.

- 1 tazas de copos finos de avena (110 gr)
- 1 cda de harina de centeno o sarraceno
- 1/2 taza de agua sin cloro (110 ml de agua mineral, filtrada o reposada unas 6 horas)
- 1 cdas de kéfir, vinagre (sin filtrar) o suero (yo he usado kéfir).
- 1 pizca de sal marina
- 1/4 taza de nueces (25 gr) + agua sin cloro que las cubra
- 10 gr de pipas de calabaza + agua sin cloro que las cubra
- 10 gr de coco laminado
- 1 zanahoria
- 1 cda de semillas de chía
- 20 gr de bayas de goji (u otra fruta deshidratada, como arándanos o frambuesas)
Elaboración de la granola viva de avena y frutos secos
- La noche anterior a prepararla, pon a remojo la avena + 1 cda de harina de centeno + 1 tazas de agua + 1 cda de kéfir de agua (vinagre de manzana sin filtrar o suero láctico). Tapa y deja en un lugar oscuro a temperatura ambiente
- Cubre también de agua las nueces y las pipas por separado. Si tienes la oportunidad, cambia el agua un par de veces antes de irte a dormir.
- Al día siguiente, añade una pizca de sal marina a la avena (opcional), remueve bien y extiende sobre una bandeja de horno con papel o silpat. Intenta que quede lo más fina posible y hornea a 200º durante 20 minutos.
- Dale la vuelta y hornea 10 minutos más o hasta que veas que está crujiente, lo que significa que por un lado, la avena ya está cocinada y por otro, que todo el agua se ha evaporado y que por tanto, podremos conservarla correctamente. Reserva hasta que enfríe.
- Baja el horno a 180º y en la misma bandeja, vierte el coco laminado y hornea unos minutos hasta que esté dorado y crujiente pero estate atento porque se quema fácilmente.
- Baja el horno a 60º. Lava y escurre los frutos secos y ralla la zanahoria.
- Introduce todo en el horno con la puerta semi-abierta (yo pongo una rasera para que quede abierto sólo un pelín y pueda salir la humedad). La idea es que los frutos secos activados pierdan la humedad para poder conservarlos y que la zanahoria se deshidrate totalmente. Aunque lo ideal sería utilizar una deshidratadora. (Es mejor que introduzcas cada ingrediente en recipientes por separado, ya que seguramente las pipas tardarán menos en perder la humedad que las nueces y lo que más tardará será la zanahoria, unas 2 horas aprox. Así podrás ir sacando lo que vaya estando listo).
- Rompe la super galleta de avena y las nueces en trocitos pequeños y mezcla bien con el resto de ingredientes. Si te cuesta trabajo romper la galleta en trocitos pequeños, puedes triturarla con un procesador hasta que tenga el tamaño de miga que quieras conseguir.

Puedes conservar tu granola en un tarro de cristal hermético a ser posible alejado de la luz, durante semanas.


Consejos
Aquí te dejo enlace de un vídeo de Alimento y conciencia en el que me he basado para fermentar y cocinar la avena. https://www.youtube.com/watch?v=o5YrYhLFX4g
Asegúrate de que la zanahoria está bien deshidratada y que los frutos secos no tienen humedad o se podrá estropear la mezcla. Para comprobarlo, si al enfriarse están crujientes, es que se han deshidratado correctamente. Te aconsejo preparar más cantidad y así cuando vayas a hacer granola de nuevo, sólo tendrás que hacer la galleta.
Las semillas de chía también conviene activarlas en remojo, pero al desprender el mucílago, sería imposible deshidratarlas después. Pero teniendo en cuenta que el resto de ingredientes los hemos activado correctamente, el porcentaje de antinutrientes será prácticamente insignificante. No obstante, otra opción sería dejarlas fuera de la ecuación y tener la disciplina de poner a remojo cada día la dosis que se vaya a consumir, y así añadirlas a nuestra granola una vez remojadas. Pero la verdad es que creo que yo en mi caso, muy posiblemente no lo haría, así que prefiero añadirlas en crudo, porque aun así y todo, la chía tiene muchos beneficios.
Y si como yo, te estás empezando a interesar por cocinar alimentos que cobran vida, prueba esta tarta de avena con yogur de kéfir y arándanos.